Climatización de una casa pasiva

Confort térmico

Podemos resumir la definición de confort térmico como la ausencia del malestar térmico. Pero en términos más comunes, entendemos por confort térmico de una vivienda cuando las personas que la habitan no experimentan sensación de frío ni calor.

Además de la temperatura, en el confort térmico también influyen otros factores como son; la humedad y los movimientos de aire (corrientes).

Por ello, para evaluar el confort térmico debemos estudiar la temperatura del aire, paredes, techos y suelos, humedad el aire y velocidad del aire dentro de la vivienda.

A efectos generales podemos establecer unos valores medios que generalizan el confort térmico. Estos son:

“Podemos generalizar un confort térmico en, temperaturas entre 20 y 25º, humedad entre 40 y 60% y renovaciones de aire de 0.3/hora por persona con velocidad menor a 1mtr/segundo”

Temperatura

La temperatura media del aire para alcanzar el confort debe oscilar entre los 20º mínimos en invierno y 25º máximos en verano.

Humedad

Esta debe oscilar entre el 40 y el 60%. La vinculación entre la humedad y la temperatura puede variar nuestra sensación de bienestar.

Ventilación

La hermeticidad en una casa pasiva es fundamental para así evitar filtraciones de aire exterior incontroladas.

Por ello la ventilación en estos casos debe ser controlada y continua.

Se dimensionan caudales de ventilación interior a 0.3 renovaciones/hora por persona, con una velocidad de aire menor a 1mtr/segundo para así evitar corrientes de aire incómodas.

Gracias a los principios de la construcción pasiva, conseguimos un hogar confortable térmicamente, con estancias a temperaturas constantes sin saltos térmicos entre habitaciones y sin filtraciones de aire no deseadas

Pozo canadiense

El pozo canadiense es un sistema de climatización geotérmica basado en la instalación de una red de tuberías ubicadas en el subsuelo del terreno exterior de la vivienda.

Su funcionamiento se basa en el principio de la inercia térmica ajustando la temperatura del aire a emplear en la vivienda.

“El consumo de energía de un pozo canadiense es el 0%, lo cual nos aporta un gran ahorro económico”

Cuando hablamos de Pozo canadiense cabe destacar sus propiedades de climatización, y no solo de calefacción, ya que nos aporta aire fresco en verano y cálido en invierno.

“La temperatura del subsuelo se mantiene estable entre 18º y 24º a una profundidad de dos metros, por ello este sistema nos aporta aire cálido en invierno, y fresco en verano”

Funcionamiento en invierno

En los meses de invierno el aire del exterior está más frío que la temperatura del subsuelo. Cuando el aire frío del exterior circula por las tuberías instaladas en el subsuelo, se calienta. El aire caliente llega al hogar reduciendo la diferencia de temperatura, permitiendo así que la calefacción se conecte a una temperatura más estable, o que no se utilice.

Funcionamiento en verano

En los meses de verano ocurre lo contrario, el aire exterior está más caliente que la temperatura del subsuelo. Cuando el aire caliente del exterior circula por las tuberías, se enfría. El aire llega al hogar a temperaturas agradables.

Muro trombe

“Aprovechar lo que la naturaleza nos ofrece nos hace ahorrar y ser respetuosos con el medio”

Desde la antigüedad el ser humano ha buscado diferentes maneras de aprovechar el calor solar diurno, para calentar con él, la vivienda por la noche.

Debido al elevado precio de la energía y la tendencia de esta a aumentar progresivamente en el tiempo, se está recurriendo a técnicas naturales como puede ser la  Tecnología solar pasiva.

Uno de estos métodos puede ser el Muro de Trombe, que se basa en la instalación de una capa de vidrio en las fachadas orientadas al sol, formando una cámara de aire entre ambas por la cual circula el aire calentado por él sol. Este aire es conducido al interior de la vivienda a través de conductos y rejillas, pudiendo abrirlas y regularlas según las necesidades de cada momento.

 

Así mismo, al llegar la noche, la capa de vidrio evita que el calor acumulado en el mura salga al exterior, pudiendo así reconducirlo al interior de la vivienda.

Para evitar el sobrecalentamiento en verano, se instalan voladizos que protegen el muro del sol alto de verano, dejando actuar el sol más bajo en invierno.

Pellets

Calefacción controlada, sostenible y respetuosa con el medio

Los pellets son un combustible de biomasa con forma fina y alargada que se generan a partir del prensado de restos de madera donde la propia lignina hace de aglomerante, sin que intervengan pegamentos ni otras sustancias químicas. Después de este proceso se hacen más densos que la madera natural y su aspecto se vuelve brillante.

La madera que se emplea para fabricar pellets proviene de restos de serrín y virutas proveniente de aserraderos y carpinterías, además de restos de la tala forestal, aprovechando todo el desperdicio producido. Esto lo convierte en un material 100% sostenible y respetuoso con el medio.

Los pellets poseen un gran poder calorífico, su coste es bajo y podemos controlar su quema.

Podemos decir que los pellets son la forma más cómoda de calentar con madera, ya que se utilizan máquinas de encendido y apagado programable.

Para generalizar podemos decir que existen dos maneras de calentar con pellets; estufas y calderas.

Estufas de pellets

Estas generan calor debido a la combustión de pellets en una cámara cerrada que expulsa el calor generado a la vivienda de forma natural o por aire, siendo este último el más utilizado.

El aire puede ser expulsado directamente desde la estufa a la vivienda o puede canalizarse, mediante conductos especiales, que pueden independizarse en las diferentes estancias de la vivienda.

Estas estufas se instalan en el interior de la vivienda de forma estratégica para un aprovechamiento óptimo del calor.

Disponen de un programador para el encendido y apagado automático pudiendo adaptar así las horas de uso a nuestras necesidades.

Calderas de pellets

Son máquinas más complejas y de mayor tamaño que se conectan a la instalación de calefacción de la vivienda, suelo radiante, radiadores, etc…

Su poder calorífico es superior a las estufas, y pueden incluso generar agua caliente sanitaria (ACS).

Su ubicación suele ser en los cuartos de calderas o sótanos, y se suele instalar una tolva para el almacenamiento de pellets.

Estufas de leña, confort y decoración

El fuego producido por la quema de madera nos proporciona estancias confortables, sus llamas controladas nos proporcionan una agradable sensación de calidez y bienestar. Incluso el sonido de la quema resulta relajante.

Cabe destacar que si es cierto que para que el confort sea óptimo hay que mantener la humedad del ambiente, entre el 40 y 60%, ya que el calor producido por las llamas seca rápidamente la humedad del aire y esto puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud. Para ello podemos utilizar un higrómetro y en caso de necesitar humidificar el ambiente, basta con colocar un cuenco con agua cerca de la estufa, el agua se evaporará y aportará al aire una agradable humedad.

Desde hace ya muchos años, la madera se utiliza para calentar espacios, pero además y gracias a las diferentes opciones y calidades de las estufas de leña de hoy en día, también las empleamos como elemento decorativo.

El mercado actual ofrece una gran variedad de estufas de leña que aportan un extra en el diseño de la vivienda, convirtiéndose en un elemento funcional y decorativo muy importante.

¿Que madera elegir?

Según la madera que empleemos para la quema, conseguiremos unas prestaciones u otras. Según la zona se emplea un tipo u otro de madera pero siempre nos aportarán más ventajas las maderas duras y poco resinosas y no las blandas y con alta concentración de resina.

También es muy importante que la madera esté bien seca, ya que la madera verde contiene una mayor humedad interior debido a que la albura puede llegar a contener hasta un 75% de agua. En estos casos se pierden muchas calorías ya que estas se destinan a eliminar la humedad interior de la madera.

Siempre es recomendable comprar la madera y almacenarla en nuestro hogar durante un tiempo, al menos 6meses, por ello es importante prever un espacio para ello si se tiene claro que se instalará una estufa de leña.

Unos ejemplos de maderas idóneas para la estufa son el roble, haya, encina, y las derivadas de arboles frutales. Debemos evitar siempre lás coníferas y otras de su especie, ya que estas harán una llama mayor, menos agradable, y se consumirán muy rápido.

“La madera es 100% natural, económica y respetuosa con el medio”